Una investigación que aborda la proliferación del uso de pantallas en tiempos de pandemia sustentó Angelina Mazzini para obtener su grado en la Maestría en Matrimonio y Familia (MMF) de la Universidad de Piura.
Por Instituto de Ciencias para la Familia. 11 junio, 2021.Al exponer su tesis “Relación entre el uso de pantallas y las dinámicas familiares en una institución educativa privada de Lima”, Angelina Mazzini, egresada de la Maestría en Matrimonio y Familia (MMF), que dicta el Instituto de Ciencias para la Familia (ICF) de la UDEP, obtuvo la calificación de ‘sobresaliente’.
Mazzini indicó que las pantallas han cambiado la forma de relacionarse de las personas, sobre todo entre padres e hijos. “Es fundamental integrar los beneficios de la tecnología a las dinámicas familiares, en lugar de sustituir la presencia y contacto humano por el mal uso de estas”, anotó.
La investigación, en la que participaron 127 padres e hijos de una I.E. de Surco-Lima, ha demostrado la relación entre el uso de pantallas y los vínculos familiares y las características de las dinámicas familiares durante el confinamiento por el COVID-19.
Mazzini señaló que hay una coincidencia en la predilección de pantallas entre padres e hijos y que ambos grupos señalaron que el celular, la laptop y la televisión son los que más utilizan, especialmente, el primero.
Asimismo, identificó algunas conductas positivas a partir del uso de pantallas, como: la regulación o control en los hogares, que impide la sobreexposición a estas de los miembros de la familia, el reconocimiento de la necesidad de proximidad entre padres e hijos, aprendizaje respecto a las posibilidades que ofrecen las pantallas y la valoración del aporte de estas en la continuidad de labores, contacto y unión entre amigos y familia.
Y, también registró conductas negativas: uso de pantallas durante las comidas, individualismo; y alta frecuencia de uso, que es el factor más fuerte en el impacto negativo de los vínculos en la familia. “Este tiene relación con la presencia de conflictos entre padres e hijos e influye en la percepción de la atención que reciben recíprocamente, lo cual impacta en los vínculos familiares”, sostuvo Mazzini.
El estudio menciona que, de persistir esta situación, la familia como sistema se desintegraría y terminaría por convertirse en disfuncional, caracterizada por la falta de límites, extrema independencia y distanciamiento físico y emocional de sus miembros.
La maestra en Matrimonio y Familia indicó que regular la exposición a las pantallas fortalecerá los vínculos en tanto se realicen actividades sin mediación de estas, por ejemplo, practicar deporte, baile, tareas domésticas, juegos de mesa, etc., lo que favorece el contacto humano directo a través de la desconexión digital.
Explicó también que los límites en el uso se deberán establecer antes de la llegada de las pantallas a la vida de los hijos, considerando la edad y capacidad de regulación; la responsabilidad que supone el uso de cada pantalla frente a los riesgos que existen, reglas sencillas y claras, por ejemplo: evitar el uso de pantallas durante las comidas, indicar un horario de uso para descansar de estas, etc.
“Se necesita que los padres se involucren más con el mundo virtual de sus hijos, esto implica, conocer su comportamiento en los medios digitales, que es parte de su entorno y no pueden estar ajenos a ello”, mencionó. Resaltó que esta puede resultar una actividad vinculante si se acude a ellos para conocer mejor las posibilidades de cada pantalla.
La flamante magíster también rescató la valoración de varias situaciones como: el contacto con familiares a través de las pantallas, estar más al tanto de noticias, conocer mejor las labores de los padres logrando mayor unión, comprensión y conocimiento entre los miembros del hogar y la valoración del contacto y espacios con los que se contaban antes de la pandemia.